miércoles, 31 de mayo de 2017

José Luis Bernabé González Maciel

(Cojumatlán, Mich. 10 de junio de 1830 – Aguascalientes, Ags. 25 de marzo de 1911)

Luis G. Maciel
Pintura por M. Morett, 1888
Fue un sacerdote católico considerado gran benefactor en Ojuelos de Jalisco, Jalisco, México. El padre Maciel, como fue conocido en su época y en la actualidad, se ha erigido en leyenda dentro del imaginario colectivo de la comunidad de Ojuelos. Alrededor de su personalidad se han construido mitos e historias fantásticas debidas principalmente a la escasez de información detallada de su vida y sobre todo por los años transcurridos. Es importante aclarar que aunque su familia fue oriunda de la región norte del estado de Michoacán, en las vecindades de Cotija, y por la coincidencia en el apellido Maciel, no guarda ningún parentesco confirmado con el fundador de los Legionarios de Cristo.



Obra


Fue protagonista, junto con otros notables personajes tales como Domingo Macías Valadéz y Juan Bautista Rincón Gallardo - Rosso, en la transformación de Ojuelos, desde una hacienda a la vera del antiguo camino de la plata, hasta una municipalidad importante. Esta transformación ocurre en cincuenta años desde 1860 hasta 1910, impulsada por el comercio, por la desamortización liberal de latifundios coloniales y por la paz impuesta en el régimen porfirista. Bonanza que no se detuvo hasta la popularización del ferrocarril y la disminución en la producción de plata al cambiar el patrón “bimetálico” por el patrón oro.
Juan Bautista Rincón Gallardo y Domingo Macías Valadez
Carismático y promotor, el cura Maciel supo tomar ventaja de los cambios políticos, sociales, económicos y religiosos que ocurrieron en esa época, tanto en la región como en el país entero. Particularmente de los beneficios que derramó en la localidad, la hacienda de Santa Elena de Ojuelos, cuyo dueño y heredero Juan Bautista Rincón Gallardo y Rosso, la condujo desde una caduca organización virreinal hasta una eficiente empresa agrícola industrial típica de las haciendas porfirianas.[1]
A Luis González Maciel se le atribuye la construcción de cuatro obras emblemáticas: el Santuario de Nuestra Señora del Refugio, de estilo neo clásico, con reminiscencias a la iglesia de San Juan de Letrán en Roma; la planeación y la construcción del Parián (plaza Hidalgo), una de las dos edificaciones de su tipo y de su época que se conservan en su estado original, en el estado de Jalisco; de la escuela de artes y oficios y de un proyecto de hospital basado en el Hospicio Cabañas de Guadalajara, inconcluso, destruido y canibalizado muchos años después. Participó activamente en el trazo urbano que actualmente conserva la población. Existen por lo menos dos fincas de estilo similar que habrían sido proyectadas por el padre Maciel: una, la que fue de su propiedad en la hoy calle Hidalgo, en el extremo oriental de la arcada sur del Parián y otra más localizada en el extremo opuesto de la misma arcada.[2]

El Santuario, el Paríán y el trazo urbano de Ojuelos.

Orígenes y primeros años de sacerdocio


Nació en Cojumatlán, Michoacán (hoy Cojumatlán de Régules) el 10 de junio de 1830, en el seno de la familia formada por Benito González y Dolores Maciel.[3] Fue el tercero de cinco hermanos: María Antonia Aniceta (Jaripo, Mich. 1822), José Ramón (Sahuayo, Mich. 1827), María de Jesús (Zamora, Mich. 1837) y María Luisa Altagracia (Santiago Tangamandapio, Mich. 1841). Benito su padre, militar de rango en los diferentes ejércitos que se sucedieron después de proclamada la independencia de México; sirvió principalmente en la región comprendida entre la Ciénega de Chapala y Zamora.
Ingresó al seminario diocesano de Guadalajara en 1848, fecha en la cual solicita su fe de bautismo en la parroquia del Señor del Perdón en Cojumatlán, documento anexado en los archivos de la Arquidiócesis de Guadalajara. Luego de ser nombrado diácono en noviembre de 1856 es ordenado sacerdote el 15 de febrero de 1857, por monseñor Pedro Espinosa y Dávalos.[4]
Las primeras evidencias de su labor pastoral las encontramos en la vicaría de Ledesma, en Ciénega de Mata, Jalisco (hoy Francisco Primo de Verdad), en el año de 1863 desde donde se dirige a la mitra en Guadalajara solicitando ayuda, aceptando su traslado a la parroquia de San José de los Ojuelos y pidiendo autorización para construir otro templo. En ese año en su correspondencia con la mitra, expone que:[5]

“…con motivo de haberse jurado por villa esta hacienda e instalándose ya la autoridad respectiva y estar fraccionándose por el propietario gran parte de los terrenos que a ella pertenecen asido un motivo para que la población se halla aumentado hasta hoy considerablemente; sin embargo, de la que había, que era bastante número. Esto me ha movido el deceo  de edificar una nueva Iglesia en el centro de esta villa, considerándola de primera necesidad, por los muchos abitantes que ella contiene; como también porque la iglesia que actualmente ecsiste, está situada en los suburbios de esta población, y una vez que el Gobierno ha deputado un perito en la materia para que este forme el plano de la población, lo que se ha realizado ya, veo que esta se extiende más y más distante de la citada Iglesia que ecsiste.” Y agrega que: “El punto que he conseguido con el hacendado para habiar la Iglesia que pretendo, está retirado de la plaza principal, la distancia de cien varas.”

Firma facsimilar del padre Maciel


Su personalidad y el celo religioso le llevan a inconformarse con las condiciones en su vicariato, al extremo de dirigirse directamente a la Sagrada Mitra en Guadalajara sin considerar al cura titular. Sustituyó en esos años al Pbro. Don Trinidad Romo, quien se encontraba muy enfermo. A pesar de haberse obtenido la licencia para construir el nuevo templo, y de haberlo nombrado como responsable de su edificación, lo mantienen por dos años más en Ledesma, hasta 1865. Durante esa época compartió responsabilidades, dentro de la parroquia, con fray José María de Jesús de Portugal y Serratos OFM, quien con el tiempo se convertiría en el primer obispo de la diócesis de Aguascalientes. De esa época datan evidencias de su fortuna personal, en un documento  en el Archivo de la Hacienda de Ojuelos (AHO) donde se consigna la compra hecha por Juan Bautista Rincón al cura, del rancho el Pabellón.[6]

Cura en Asientos, interinato y nombramiento en Ojuelos.


En 1866 es nombrado cura auxiliar en Real de Asientos, manteniendo la responsabilidad de los diezmatarios de esa parroquia y la de San José de los Ojuelos. En 1868 regresa a Ojuelos, como cura interino, y empieza con la edificación del Santuario. El 19 de agosto de 1871 recibe en visita pastoral al señor arzobispo de Guadalajara Don Pedro Loza y Pardavé, en cuya memoria escrita se consignan la muy buena impresión causada y el importante avance en las obras de la nueva iglesia.[7] En mayo de 1877, la mitra le otorga los beneficios en propiedad, en tercera provisión; atendiendo a los méritos, a la antigüedad y a la instrucción que poseía. Nombramiento que se publica en los documentos eclesiásticos del arzobispado.[8]
La permanencia ininterrumpida del padre Luis González Maciel en San José de los Ojuelos, se extiende por más de 27 años, desde septiembre de 1868 hasta octubre de 1895. En circunstancias poco claras y en medio de una gran polémica, es removido de este curato.

Últimos años


En las postrimerías del siglo XIX y los albores del siglo XX, era propietario de una de las fincas construidas en terrenos de  la antigua hacienda de Ojocaliente, en la zona esmeralda de las huertas que colindaban con la ciudad de Aguascalientes, alternando ahí con prominentes banqueros, políticos, profesionistas, clérigos y hacendados.[9]
Unos años después, bajo el obispado presidido por fray José María de Portugal, promueve la conversión en curato de la vicaría de Sandovales, comunidad localizada en el Llano, colindante con las antiguas haciendas de Jaltomate y Palo Alto. Esta vicaría era encabezada por el padre David Cuellar quien sería nombrado como su primer cura en 1904. En esta comunidad es reconocido y apreciado por haber llevado la imagen de la Virgen que actualmente se venera en el templo y por haber llevado el primer viacrucis.[10]
En abril 28 de 1904 se dirige a la mitra de Guadalajara solicitando su venia para acompañar al obispo de San Luis Potosí a un viaje a Roma y a Tierra Santa. Dice tener el permiso del obispo de la diócesis de Aguascalientes, lugar en donde reside en ese tiempo.[11]

Polémica


La naturaleza y el alcance de las obras emprendidas por el padre Maciel, tomando en cuenta el tamaño de la población en aquellos años, no dejan de ser sorprendentes. Existen ecos transmitidos de
Busto en el Jardín Principal de
Ojuelos, Diciembre de 1974
boca en boca a través de generaciones, que reflejan supuestos escándalos, heroísmos exacerbados y alguna que otra flagrante falsedad. El origen de los recursos es uno de los enigmas más comentados. El dinero para la construcción de la nueva iglesia, el Santuario, no parece salir de las costumbres de aquellos años formándose de las donaciones en terrenos del hacendado y de las limosnas de la feligresía, sin embargo el financiamiento para el Parián, siendo una obra privada, causa tal controversia que aún hoy en día, las más disparatadas hipótesis convergen con otras tantas menos fantásticas pero aún así, enigmáticas. Su casa, el rancho vendido, la “Fábrica Particular” de hilados y tejidos de lana de su propiedad en Matanzas y la finca que poseía en Aguascalientes, habiendo formado parte de su fortuna personal, le confieren la imagen de un hombre próspero y rico. Una línea de investigación no explorada todavía es cerciorarse de la propiedad original de los locales en el Parián. El cura Maciel termina por ser de los últimos clérigos – empresarios – propietarios, tan comunes en los siglos anteriores.

Fallecimiento


En la ciudad de Aguascalientes, el 25 de marzo de 1911, a dos cuadras de catedral, en el número 16 de la segunda calle del
Tumba en el templo de
San Miguel de los Sandovales
Centenario (hoy Juan de Montoro), a las dos de la madrugada, fallece de caquexia[12] senil a la edad de 80 años.[13] Sus restos son trasladados a la comunidad de Sandovales. Su tumba se encuentra en la iglesia al lado izquierdo del altar principal. Se conservan en esta parroquia una capa y un par de zapatos propiedad del cura, así como la reproducción de su imagen en gran formato, en la sacristía.
En su vida y en su obra se basa la novela histórica “Arcos en el Cielo” escrita por José Antonio Medina Romo.
En la actualidad las autoridades civiles y religiosas así como un importante sector de la sociedad, impulsan el traslado de sus restos a Ojuelos de Jalisco.





[1]  Serna Pérez María Guadalupe, “Del mayorazgo colonial a la hacienda porfiriana: el caso de Santa Elena de Ojuelos, Jalisco” Extracto de la tesis de licenciatura en Sociología. Colegio de Michoacán.
[2] Evaluación de campo hecha por el Lic. Sergio Salazar Delgadillo.
[4] Documento en el Archivo Histórico de la Arquidiócesis de Guadalajara. Lic. Georgina Díaz de León.
[5] Documento en el Archivo Histórico de la Arquidiócesis de Guadalajara. Ismael Macías.
[6] Idem 1 AHO (Archivo de la Hacienda de Ojuelos) No. 6 y 8 de Sec. I y No. 1 Sec. III. De algunos terrenos se desconoce su extensión…
[7] Documento en los libros de Gobierno de la parroquia. Ismael Macías.
[8] Documentos Eclesiásticos Provisión de Curatos Mayo de 1877
[9] Eduardo J. Correa  “Un viaje a Termápolis” (Ediciones Botas, 1937) “… en donde por muchos años tuvieron sus casas como antaño, el gobernador, los diputados, profesionales, munícipes, industriales, catedráticos, banqueros, sacerdotes y hacendados, como el Dr. Nacho Marín, el coronel Francisco Hornedo, el notario Alberto Dávalos, Mr. Squires – quien dirigió el Hospital Americano – el abogado Manuel López presidente del tribunal de Justicia, Don Guillermo Puga, Nacho Ortiz y el cura Luis G. Maciel…”
[10] San Miguel de los Sandovales, historia de la parroquia. Cuadernillo cortesía de Don Toño el campanero.
[11] Documento original en el Archivo Histórico de la Arquidiócesis de Guadalajara, cuya copia se encuentra en el Archivo Municipal de Ojuelos. Cortesía de la Lic. Georgina Díaz de León.
[12] Desnutrición extrema.
[13] Ancestry.com Acta de Defunción

Seguidores